Un informe de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) señaló que un 37 % de las mujeres de Guatemala, Honduras y El Salvador que han permanecido en albergues de México han tenido pensamientos suicidas.
De acuerdo con MSF, la situación en los centros de detención de migrantes es aún más alarmante. Durante las visitas y consultas que la organización realizó en centros de detención de migrantes en 2019, se evidenció, que había casos con síntomas agudos e intenso dolor emocional (flashbacks, conductas de evitación, miedo y ansiedad), que son propios de un diagnóstico de trastorno de estrés agudo (TEA).
Según la organización, estos trastornos agudos probablemente esté asociado a la detención y estancia en los diferentes centros de detención en México.
Según MSF, el 57,3% de los entrevistados estuvo expuesto a algún tipo de violencia en la ruta como asaltos, extorsiones, agresiones sexuales y torturas. "Lo que les sorprende es la violencia que experimentan en México, que no se la esperan", señala Eulalia, psicóloga de MSF en Coatzacoalcos, en Veracruz (México). "Lo que les cuentan no es nada comparado con lo que sufren en la ruta", explica.
A Ana Paula, una hondureña, tres hombres la violaron delante de su marido y su hijo, tras separarla del grupo con el que viajaba. "No me esperaba que fuera a pasar esto. Si lo hubiera sabido nunca hubiera venido", confiesa a la ONG. "Ya no quiero estar en México, tengo miedo de que me vuelva a pasar de nuevo", asegura.
Para quienes realizan el peligroso viaje desde el llamado Triángulo Norte --El Salvador, Guatemala y Honduras--, la migración no siempre es la primera opción. Así, el 36,4% de ellos ya se habían desplazado dentro de sus países previamente. Además, MSF ha constatado un elevado nivel de reincidencia, ya que el 52,3% habían realizado uno o varios intentos de migrar con anterioridad. De ellos, el 82% habían sido deportados al menos una vez.
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